viernes, 2 de octubre de 2015

Invernadero: Una alternativa de producción forestal

Los invernaderos como propuestas para el aumento de la producción de especies vegetales.


por Renata Hanow | Para Hora 25 Forestal

Un invernadero es una construcción especial que sirve para crear y mantener las condiciones ambientales apropiadas para el cultivo de especies vegetales; sean verduras, plantas ornamentales o plantines en forestación. Los invernaderos consisten en una estructura simple, con una cobertura transparente a la luz y que a su vez ofrece protección contra algunos factores agresivos del clima; por ejemplo, viento, lluvias, bajas temperaturas, que afectan a la vida de las plantas. Puede estar constituido por diversos materiales, los más comunes son el metal y la madera. La estructura de metal cuesta tres veces más que una de madera, aunque su vida útil está estimada en 25 años, con mantenimiento cada 3 años, y la de madera a pesar de su menor costo se puede esperar una duración de 5 años, con mantenimiento cada 2 años.

La cobertura es el elemento que ejerce la verdadera protección del cultivo, porque si bien permite el paso de la luz y el calor, constituye una barrera para el frío, el viento, y cualquier otra condición climática que no favorezca el buen desarrollo de las plantas.  La cobertura debe cumplir los siguientes requisitos fundamentales:

— Resistencia física
— Duración suficiente para que su utilización sea rentable.
— Máxima transparencia a la radiación de onda corta, que es la luz que se recibe durante el día.

Esta cobertura pude ser de:

— Plástico rígido (policarbonatos, PVC, etc) se utilizan por lo general en estructuras metálicas y tienen un costo elevado. 
— Plástico flexible (polietileno), es el más difundido debido a su menor costo y amplias variedades existentes en el mercado. Se utiliza por lo general en estructuras de madera.

Para elegir el lugar donde construir un invernadero debemos tener en cuenta:

— Exposición al sol y duración del fotoperíodo. Consideremos que alrededor no haya árboles cercanos que den sombra, ni sus raíces lleguen hasta el invernadero, aunque tener una cubierta protectora por los vientos fuertes que también perjudican al mismo invernadero, lo podemos solucionar con una cortina forestal de casuarinas.

— Vientos predominantes, debemos lograr la exposición mínima.

— Suelos con profundidad efectiva apta para producción de plantines.

— Área libre de anegamientos (inundaciones) estacionales.

— Accesibilidad vehicular.

— Cercanía a fuente de agua y energía eléctrica.

Con respecto a la orientación, uno de los factores que más incide en La producción de cualquier especie vegetal es la luz, por lo que debemos procurar que ésta llegue lo mejor posible al invernadero. La orientación de mismo hará que los rayos solares penetren en mayor o menor grado. La orientación más conveniente es ESTE-OESTE, o sea que el lado más largo del invernadero mire hacia el norte; pero hay casos en que la orientación la realizan de NORTE-SUR, por exposición pero también por los vientos fuertes de zonas con predominancia de viento norte, también hay casos específicos en los que miden todos estos factores y deciden la orientación diagonal.

La forma de los invernaderos se eligen en función de los materiales que se utilizarán para su construcción, de la mayor comodidad para la instalación de ventilación y del volumen de aire que quede en el interior. Lo ideal es mantener una relación de 3 metros cúbicos de aire/ 1 metro cuadrado de superficie cubierta, esto amortiguará mejor los combios de temperatura.
Las más utilizadas son:

— Las parabólicas, cuyas estructuras son de metal y cobertura de polietileno.

— El techo a dos aguas, con estructura de madera y cobertura de polietileno.

— El techo desencontrado, con estructura de madera y cobertura de polietileno.

Con respecto al tamaño, la superficie cubierta se determina calculando la superficie que se necesitará para el cultivo.

La ventilación es un aspecto básico a tener en cuenta para el manejo de ambientes controlados. Esto se debe a que no sólo es el método más económico de refrigerar un invernadero, sino que regula también la humedad del aire y favorece la renovación de dióxido de carbono. El área total de ventilación, incluyendo puertas y ventanas debe ser como mínimo equivalente al 20% de la superficie cubierta del invernadero. Para zonas poco ventosas donde pueda dificultarse la ventilación del invernadro es conveniente optar por un sistema de ventilación cenital. Esta consiste en la ubicación de las ventanas en la parte más alta del techo para crear un efecto de tiraje en el cual no necesitamos de la acción del viento para lograr la renovación del aire. El aire caliente se concentra en la parte superior del invernáculo, y al abrir las ventanas éste sale, simplemente porque sigue subiendo, y a la vez se crea una succión de aire fresco desde las aberturas de abajo, que ocupa el lugar del aire que está saliendo. De esta manera, con sólo abrir las ventanas cenitales, y las puertas laterales, logramos una renovación constante del aire del invernadero aun en días calmos.


* La autora de este artículo es Técnico Forestal y columnista exclusiva de Hora 25 Forestal 

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