domingo, 27 de diciembre de 2015

El factor animal en el bosque


Por Renata Hanow* | Para Hora 25 Forestal


En el bosque plantas y animales se encuentran en un dinámico equilibrio puesto que ambas partes junto con el suelo, viven en continuo intercambio de energía sin fin que constituye el ciclo biológico natural y estable siempre que no se produzca un cambio muy fuerte en algunos de los elementos del sistema, debido a procesos violentos naturales o a la acción descontrolada y poco racional del hombre sobre la naturaleza. Los animales pueden ser beneficiosos, dañinos o neutros, en el caso de dañinos puede acentuarse debido a los cambios bruscos antes mencionados. 

¿Qué es la predación?

La predación es una interacción negativa entre dos organismos, uno de los cuales, el predador es beneficiado, pues mata y se alimenta del otro organismo, que constituye la presa.

Los predadores son normalmente animales heterótrofos (del griego hetero [diferente]; y trofos [alimento]), que predan sobre otros heterótrofos y sobre los autótrofos (del griego auto [propio]; y trofos [alimento]) que es el caso de las plantas.

Son animales hervíboros desde los grandes rumiantes y mamíferos hasta los mismos insectos que se alimentan de plantas para subsistir.



Los perforadores o taladradores de la madera pertenecen al Orden de los Coleópteros (escarabajos). Gran parte de ellos se alimentan de pastos, arbustos y árboles vivos durante sus estados larvarios, causando cierto daño directo a la madera, o permitiendo la entrada de hongos y bacterias que pueden causar enfermedades o la pudrición del tronco. También algunos ortópteros, [Orthoptera, del griego orthós, "recto, derecho", y de pteron, "alas"), depositan sus huevos perforando la madera. Pertenecen a este orden los saltamontes, grillos, langostas, y el alacrán cebollero. Otra parte importante de taladradores atacan a árboles muertos y caídos.



Los desfoliadores son otro grupo de insectos que se alimentan del follaje de los árboles, es decir sus hojas y también al igual que los coléopteros son los estados larvarios los que producen daños. Pertenecen a los órdenes de los Lepidópteros [mariposas], Dípteros [moscas] y Hemípteros [chinches]. 



Los insectos succionadores, que no cortan el follaje sino que extraen el líquido de los tejidos, provocan disminución del crecimiento. Entre estos insectos son comunes los áfidos [pulgones], que muchas veces son causantes de enfermedades virales, bacterianas, etc.



Bajo condiciones naturales normalmente se llega a un equilibrio predador-presa, pero cuando este equilibrio se rompe a través de operaciones artificiales, como son la introducción de especies exóticas, y sobre todo el monocultivo en regiones extensas, es fácil que se produzcan adaptaciones de algunos de los tipos de insectos señalados.



Los animales hervíboros pueden afectar a la vegetación de varias maneras. Las formas más comunes son a través del pastoreo, del ramoneo, de las costumbres alimentarias, frutas, semillas, del pisoteo y del hábito excavador de algunas especies.

El pastoreo es el acto habitual de alimentarse de hierbas naturales y pastos, propio de los animales hervíboros de praderas y sabanas. 

El ramoneo es el acto de alimentarse de hojas y yemas de árboles y arbustos, propio de ciertos animales de bosques y sabanas.

Estos animales prefieren ingerir algunas plantas más palatables, es decir más apetecidas, que otra vegetación que no seleccionan, por lo tanto las primeras disminuyen causando un aumento de las segundas y además porque pierden competencia entre ambas.

Las poblaciones naturales de hervíboros son normalmente controladas por animales carnívoros que predan sobre ellas, de tal modo que se logra un equilibrio que permite que el efecto de aquellos animales sobre las comunidades sea escaso. En caso de sobrepoblación puede la vegetación ser dañada considerablemente e incluso cambiada temporalmente.

El efecto dañino del ganado doméstico no resulta solamente del ramoneo sobre las plantas, sino que también del pisoteo, especialmente en las pendientes. (Baker, 1950).

Cuando las poblaciones de animales en el bosque son elevadas, el pisoteo produce compactación de los suelos y destruye su agregación y estructura. Esto causa una merma en la porosidad, reducción de la aireación y capacidad de infiltración del suelo; por lo tanto el agua se escurre y aumenta la erosión que se incrementa por el hecho de que el sobrepastoreo y sobrerramoneo disminuye la cubierta vegetal, y por lo tanto la protección del suelo.

Existen especies exóticas que han sido introducidas en Chile y Argentina, como el caso del jabalí salvaje y algunas especies de conejos. Los conejos tienen la habilidad de roer algunas plantas leñosas causando la muerte del vegetal. Al igual que las liebres y ratones roen las cortezas y raíces, además de cavar túneles o formar sus cuevas provocando una pérdida importante de la vegetación.



Agunas especies de pájaros también son predadores de semillas. Es el caso de las familias Passeriformes, Piciformes y Caprimulgiformes que predan sobre semillas de árboles y pastizales. La vegetación, con mayor complejidad estructural, tiene un papel importante en la disminución de la tasa de depredación. Lo anterior permite la formación de un mayor banco de semillas en el bosque, y aumenta la probabilidad de la regeneración natural, al momento que se presentan las condiciones ideales para la germinación y el establecimiento de las plántulas.



¿Qué es la protocooperación y mutualismo?

Estos son dos tipos de interacción positiva que se diferencian por la obligatoriedad que ellas implican. La protocooperación se presenta en la mayoría de los casos de diseminación y en gran parte de polinización por animales. Esto proporciona alimentos a los animales y a las plantas les permite el cruzamiento, la dispersión y la propagación de las especies, por ejemplo, cuando las flores no son muy especializadas y pueden ser polinizadas por diferentes tipos de insectos.

El mutualismo se presenta en muchos casos de polinización, donde planta y animal dependen uno de otro. En este caso la planta llegó a tal grado de adaptación a determinado tipo de polinizador así como éste se adaptó solo a determinada planta, que las flores sólo pueden ser polinizadas por un sólo tipo de insecto.

La ornitofilia es el tipo de polinización que se realiza mediante aves, generalmente picaflores, que se alimentan de varios tipos de flores, especialmente tubulares.



La mayor parte de los árboles forestales que constituyen grandes bosques, pertenecen al grupo de las especies anemófilas, es decir aquellas cuya polinización se realiza mediante el viento.

Las plantas entomófilas tienen como agente de polinización a los insectos. Poseen adaptaciones que tienen como objeto atraer a los insectos hacia las flores, de tal modo que toman contacto con el polen por un lado, y con el estigma por el otro, de manera que sea posible el transporte de polen de una flor a la otra, y la polinización cruzada o polinización entre flores de distintos individuos de la misma especie.

Por otro lado, los insectos reciben el beneficio del néctar o del polen tras los cuales ellos acuden como fuente de su alimentación. Los insectos más importantes entre los polinizadores se encuentran en los órdenes Himenóptera (Abejas, Abejorros o Moscardones), Lepidóptera (Mariposas), Díptera (Moscas) y algunos coleópteros.



Un caso de simbiosis obligada o mutualismo es el de las especies de Género Yucca, de las liliáceas, plantas de regiones áridas en el suroeste de Estados Unidos, que son polinizadas sólo por una especie de Lepidóptero (Pronuba), la cual transporta una pelota de polen desde una flor a otra, y la empuja a través del estigma en el pistilo de la segunda. Luego coloca los huevos, mediante su ovopositor, entre los óvulos del ovario. De este modo es seguro que los óvulos se van a fertilizar y que las larvas van a contar con alimento. Algunas semillas no son atacadas por las larvas y aseguran de este modo, la reproducción de la Yucca. El beneficio es mutuo pero obligado.

Algunos mamíferos como los murciélagos, polinizan algunas flores que se abren durante la noche en los trópicos (Baker, 1972) y algunos marsupiales realizan polinización en Australia

Diseminación de semillas

La diseminación de semillas u otros propágulos de las plantas pueden clasificarse normalmente como casos de protocooperación o interacción positiva facultativa.

La zoocoria es la diseminación de semillas mediante animales (Danserau y Lems, 1957). Los distintos tipos de animales pueden transportar semillas y frutos como resultado del acto de alimentarse de ellos, o casualmente, debido a una adaptación mecánica de los propágulos para adherirse a los animales. Muchos frutos y semillas poseen puntas, espinas, ganchos y otros elementos o mecanismos que les permiten engancharse o adherirse, e incluso clavarse en la piel o pelos de animales, y ser transportados de esta manera.


Las semillas de los frutos carnosos, como las bayas y drupas, son ingeridas por mamíferos y aves. Los animales digieren los tejidos carnosos, pero las semillas son indigeribles, así son diseminadas cada vez que el animal excreta. Este tipo de semillas está provisto de una cubierta dura, y en muchos casos la acción química de la digestión facilita la posterior germinación.


* La autora es Técnico Forestal y columnista exclusiva de Hora 25 Rural y Hora 25 Forestal


Fuentes consultadas

Artículo «Abundancia y diversidad de aves depredadoras de semillas de Pinus teocote Schl. et Cham.»; en hábitats contrastantes de Veracruz, Revista Foresta Veracruzana,  México: 2004 6 (2)



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