jueves, 1 de octubre de 2015

La Hoja del árbol: Productora natural de energía y oxígeno

El oxígeno es liberado al aire a través de las hojas de la planta o del árbol. En promedio, una hoja de árbol produce alrededor de 5 milímetros de oxígeno por hora.

por Renata Hanow* | Para Hora 25 Forestal


En este artículo, me limitaré a una introducción sobre las hojas de las plantas, especialmente las de los árboles, verdaderos amigos del hombre. La hoja es un órgano vegetativo de forma laminar, generalmente aplanado de las plantas vasculares, principalmente especializado para realizar la fotosíntesis, así como la respiración, la transpiración vegetal, el desprendimiento al aire de oxígeno, otros gases y agua. También almacenan alimentos, como los azúcares, vitaminas, minerales, etc. Elaboran la savia, y de ellas se extraen las sustancias industriales. 

La capacidad de las hojas para soportar condiciones climáticas extremas entre los trópicos y la tundra, al mismo tiempo que facilitan la fijación neta de aproximadamente 207 mil millones de toneladas de CO2 (56,4 x 1015 g C) año-1 a escala global, las convierte en la solución real para revertir el calentamiento global, un suceso que preocupa a nivel mundial hoy en día. Esta producción primaria proporciona energía para casi todas las formas de vida terrestres en la Tierra, especialmente a los tetrápodos y a los insectos, que enlazan muchos ecosistemas y procesos biogeoquímicos.

¿Cómo se originan las hojas? Los primeros vegetales eran sistemas de tallos fotosintéticos y las hojas evolucionaron a partir de ramas situadas en un mismo plano que crecieron juntas, conviertiéndose en los principales órganos fotosintéticos. Por ende se originan en el meristemo apical del vástago en forma de protuberancias del tejido llamados primordios foliares. A medida que el meristemo apical crece las células de dichas protuberancias se alargan hasta que aparece un primordio filial plano que se expande mediante división y crecimientos celulares dando lugar a un pecíolo delgado que lo une al tallo y a un limbo, que es la parte plana de la hoja.

¿Cuál es la estructura de las hojas? Hay muchos tipos de hojas que permiten distinguir unas plantas de otras, pero esencialmente, toda hoja está formada por las siguientes partes:

-El limbo o lámina o limbo foliar es la parte ancha, delgada, expandida y plana de la hoja, que contiene la mayor parte de los cloroplastos. Estos son los orgánulos encargados de la fotosíntesis. Dentro del limbo hablamos del haz o la adaxial, superior, o epífilo dirigida hacia el ápice es la parte superior de la hoja que es más oscura y brillante; el envés es la cara abaxial, inferior, de color más claro, se llama envés y presenta muchas veces pelos, importantes capturadores de polvo atmosférico.

-Los nervios son los canales que recorren el limbo de la hoja, es decir, son los vasos conductores del floema y del xilema que discurren a lo largo de su superficie.

-El contorno, constituye el margen o extremo del limbo. pueden ser de diferentes formas, entre las cuales podemos nombrar: bordes aserrados, bordes lisos, bordes irregulares, etc.

-El pecíolo une el tallo a la hoja, presentan dos pequeñas laminillas de aspecto folial llamadas estípulas, que están unidas al nudo. Algunas hojas llamadas sesiles, carecen de pecíolos y están unidas directamente al tallo. este tipo de hojas es común en las monocotiledóneas como la planta de maíz, donde la base de las hojas rodea al tallo formando la vaina foliar. Esto ocurre tanto en gramíneas como en muchas apiáceas.

Conociendo la estructura y funciones de las hojas, podemos entender que son un éxito evolutivo de las plantas. Durante millones de años,  las estructuras vegetales fueron modificándose y adaptándose a los diversos ambientes. Tomando el dióxido de carbono, el agua y utilizando la luz solar, en el interior de los cloroplastos se produce la fotosíntesis, en donde estos dos componentes se transforman en glucosa, siendo ésta, parte de la savia que alimenta a la planta; le permite sobrevivir, prosperar y reproducirse. La molécula de glucosa se conforma de este modo: C6H12O4. 

Este carbono tomado del aire, es parte constituyente de la tan preciada madera de la cual extraemos carbón, madera para mueblería, pasta para papel, taninos, cabos para herramientas, mangos para cubiertos, palillos, cajones para frutas, postes para alumbrado público, vigas, láminas de debobinado, entre muchos otros productos; entonces ¿Qué relación quiero advertir con todo lo expuesto? Los árboles son la futura solución para mitigar el calentamiento global, puesto que la sobrecarga de CO2 ambiental no permite que el exceso de la radiación solar que recibe la tierra pueda disiparse en cierta proporción de nuevo hacia a la atmósfera  exterior provocando un aumento de la temperatura a nivel global, derritiendo los hielos continentales y aumentando el nivel del mar. 

Como consecuencia tenemos las inundaciones y desastres naturales por la falta de equilibrio y regulación de las temperaturas. Por otro lado los árboles alivian la carga de este gas de efecto invernadero, absorviendolo en su madera y siendo para el hombre un recurso natural renovable, sustentable, benéfico en todos los sentidos. Necesitamos políticas que ejecuten todas las leyes promulgadas para la producción e industrialización de especies como el Eucalipto, el Pino, los Sauces, entre otras especies de valor maderero y ambiental. 

Por todo lo dicho, señalo por último la gran capacidad productiva que alberga la Argentina, pero a la que no se le presta ni la mínima importancia en invertir, en desarrollar verdaderamente proyectos forestales y destinar los montos suficientes que demanda el sector de campo, que aumenten la producción de bosques implantados, que instalen industrias de la madera con todas sus especializaciones y se pueda exportar, generando puestos fijos de trabajo para peones rurales, técnicos forestales, licenciados forestales, ingenieros forestales, científicos para el desarrollo genético de especies de valor maderero, laboratorios medicinales, y combinación del sector forestal con la ganaderia, agricultura y apicultura para obtener capital a mediano y largo plazo y mantenerlo en el tiempo. Si armamos proyectos y se los encajona, no destinando el capital necesario para sacarlos adelante, ¿Dónde están los fondos para el sector forestal? ¿De qué sirve entonces tomar otras medidas luego? ¿Porqué damos tantas vueltas para una actividad firme y millonaria? Es para pensarlo, ¿no?.


* La autora es Técnico Forestal

Publicar un comentario

Bioenergía

Actualidad Forestal

Industria de la Madera

 
Copyright © 2014 Hora 25 Forestal