jueves, 22 de octubre de 2015

El Fuego y los incendios forestales: Su importancia en zonas mediterráneas

Por Redacción Hora 25 Forestal


Siempre que escuchamos que se produce un incendio forestal, pensamos en las grandes pérdidas de biomasa, de fauna y flora, también de personas en algunos casos. Pero el objetivo de este apartado es hacer conocer el lado positivo de los incendios en algunas partes del mundo y como contribuye benéficamente, según dónde, cuándo y cómo se produce.

En la mayor parte de las regiones forestales del mundo, siempre que no sean muy secas, muy frías o húmedas, el fuego ha tenido un papel importante en el desarrollo de la vegetación. Es por esto que algunos autores lo consideran como un factor independiente, como lo son la luz o las propiedades fisicas del suelo (Daubenmire, 1973,) o incluso, como un subsistema dentro de un sistema mayor (Stone, 1974).

Parece ser que en algunas regiones del mundo el fuego ha sido y es un factor independiente del medioambiente que determina el tipo de vegetación presente. En estas regiones el fuego es normalmente provocado por rayos durante tormentas eléctricas que son frecuentes en los períodos que no hay lluvia, y la vegetación y el mantillo están relativamente secos.

En muchas áreas, especialmente en el sudeste y oeste de Estados Unidos, los incendios son muy comunes, llegando a ser anuales en algunas regiones (Oosting, 1956), por lo que el fuego aquí es un factor que realmente controla la vegetación. Todas las regiones mediterráneas del mundo cuentan con áreas de vegetación esclerófila, es decir resistentes al fuego.

Muchos tipos de bosques de Estados Unidos se mantienen debido a la acción del fuego como es el caso en muchas áreas del Pinus ponderosa. Generalmente en estos casos el fuego impide el desarrollo de otras especies no resistentes, que constituirían la vegetación dominante si no se produjeran incendios periódicos.

Conozcamos los tipos de incendios forestales 

Podemos diferenciar tres tipos de incendios forestales según su ubicación en relación con la superficie del suelo y su forma de propagación:

1.- Los incendios subterráneos o profundizadores: son incendios sin llamas que consumen las acumulaciones de materia orgánica que se producen en los bosques. La oxidación de la materia orgánica produce calor y en ciertas ocasiones se produce combustión activa. Entonces el fuego así se propaga lentamente, incluso cuando la materia orgánica está húmeda, porque el calor desarrollado va secado el material que está próximo. Estos incendios matan a todos los árboles y plantas que tienen sus raíces ancladas en la materia orgánica que se quema. Sólo sobreviven los árboles que tienen sus raíces más abajo de los horizontes orgánicos superficiales. Estos incendios no producen humo o éste es muy escaso y son de difícil detección, y aunque son lentos pueden ser los incendios más destructivos. En material orgánico profundo, como turbas o pantanos, el fuego puede penetrar más de un metro debajo de la superficie (Cartwright, 1968).

2.- Los incendios superficiales: son incendios que queman desechos superficiales y vegetación baja. Se producen sólo en el piso y se propagan rápidamente quemando pastos, hierbas, arbustos, parte del mantillo y carbonizando parte de las bases de los troncos de los árboles. Las raíces también pueden ser dañadas, lo que depende del grado de humedad y del grosor de la litera. Estos incendios son comunes en los bosques abiertos.

3.- Los incendios de copas: son comunes en los bosques densos donde las copas de los árboles se tocan entre sí. En estos incendios el fuego viaja de copa en copa y generalmente quema toda la vegetación sobre el suelo. Son los incendios de más rápida propagación.

Los tres tipos de incendios pueden presentarse simultáneamente durante el mismo incendio, o bien pueden producirse diferentes combinaciones de ellos, aunque la mayoría de los incendios son superficiales. (Cartwright, 1968).

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