Nativo 3 en 1 | Guayubirá

Guayubirá, Guayaibí, Cordia Americana, [Patagonula americana L.]

por Renata Hanow | Para Hora 25 Forestal

Guayubirá, Guayaibí, Cordia Americana, [Patagonula americana L.], es una especie arbórea nativa, cuyo nombre, de origen guaraní, proviene de la unión de "gua" (árbol) y "yevi" (elástico). La madera es muy apreciada por la belleza de sus vetas y la elasticidad, lo que permite la fabricación de todo tipo de herramientas curvas, pisos, muebles e instrumentos musicales, entre otros.

Origen

El Guayaibí es un árbol nativo de Sudamérica que se distribuye en Paraguay, Uruguay, Nordeste de Argentina y en los Estados brasileños de Minas Gerais, Mato Grosso do Sul, São Paulo, Paraná y Santa Catarina, hasta el Norte de Río Grande del Sur. Es un árbol característico de la selva misionera, de la familia de las Boraginaceae. Su distribución en Argentina abarca las provincias de Chaco, Corrientes, Formosa, Jujuy, Misiones, Salta y Santa Fe. En Misiones ha sido colectada en los departamentos de Candelaria, Capital, Concepción, El Dorado, Guaraní, Iguazú, M.Belgrano, San Ignacio y San Javier.

Características generales

Es un árbol perteneciente a la familia de las boragináceas, caducifolio a semicaducifolio, con una altura de entre 12-30 m,  y 35-95 cm de diámetro en fuste. 

Es una especie semi-heliófita (requiere muchas horas expuesto al sol) e higrófita (necesita alto grado de humedad ambiente y de suelo para desarrollarse bien). Crece en suelos secos y profundos, fértiles de textura franco-arcillosa, pero no tolera los suelos hidromórficos (suelos con exceso o estancamiento de agua).

Morfología

Posee una corteza pardo-grisácea rugosa con hendiduras longitudinales, anchas y profundas. El tronco es recto a irregular, con raices tablares y ramas principales erguidas.

Las hojas son simples alternas, ovado-elípticas, subcoriáceas, con bordes enteros o aserrados solo en la parte superior, brevemente pecioladas que se desarrollan en el extremo de las ramas. La cara superior es de un verde oscuro y brillante, siendo el envés más pálido y opaco. La copa del árbol es estrecha.

Las inflorescencias crecen en panículas terminales, cuyas flores son blancas, pequeñas y aromáticas. Los frutos son drupas de 5mm de largo, soldados por la base a 5 sépalos persistentes, en un comienzo verde amarillentos y castaños al madurar. Los cinco sépalos en forma de hélice facilitan su dispersión por el viento.

Con respecto a la floración, florece 5 años después de plantado, en Argentina en el mes de Octubre. En Argentina fructifica de octubre a noviembre y la dispersión de semillas es autocórica (propagación de las semillas aladas por explosión espontánea de la fruta) y anemocórica (propagación por el viento). Se pueden recolectar los frutos en el mes de noviembre, directamente del árbol o del suelo, y luego de sembrado, germina desde los 12 a 72 días posteriores. Tiene alto poder germinativo.

Valor ambiental y melífero

Tiene virtudes melíferas, excelente para combinarlo con apicultura y realizar dos actividades en simultáneo; mejoramiento ambiental, producción forestal con fines madereros y producción de miel.

Valor ornamental

La densidad, aroma y belleza de la floración de este árbol, sumado a la cobertura de su sombra, lo hace ideal para parques y plazas de ciudad. También para veredas anchas. Puede plantarse a una distancia de 4-5 metros entre árboles.

Valor industrial

La corteza varía de 12-20 mm, lisa en árboles nuevos y rugosa en adultos. La albura es de color amarillo-ocre  y el duramen varía blanco cremoso a ocre oscuro, poco diferenciable de la albura con leve brillo natural y veteado notable. Su textura es fina a mediana, grano derecho a oblicuo, veteado profundo.

Es fácilmente penetrable, pero poco resistente a la intemperie, porque aunque es pesada (0.8- 0,81g/cm3) también es semidura, atacable por hongos xilófagos. 

El rollizo tiene un largo útil de 6-8 metros. De secado fácil, se trabaja bien en las operaciones de maquinado. Adquiere perfectamente clavos, tornillos y colas. Admite sin problemas pinturas, lacas y barnices. Se utiliza la madera, para construcción civil, durmientes, herramientas o muebles curvos,  postes leña y carbón.

* La autora es Técnico Forestal y columnista exclusiva de Hora 25 Rural y Hora 25 Forestal