miércoles, 11 de noviembre de 2015

Leptocybe Invasa | Avispa de la agalla del eucalipto

Leptocybe invasa conocida como «avispa de la agalla del eucalipto» es una plaga que afecta a las plantaciones de eucaliptus y fue detectada en Brasil en 2008 y en la provincia de Buenos Aires en 2010.



Por Renata Hanow* | para Hora 25 Forestal

Leptocybe invasa [Hymenoptera: Eulophidae] o «avispa de la agalla del eucalipto», es una minúscula avispa de color negro originaria de Australia, y es considerada la plaga del eucalipto con mayor velocidad de difusión en el mundo. Estuvo ausente en el continente americano hasta el año 2008, cuando fue detectada por primera vez en Brasil y en Estados Unidos. En Brasil, esta especie exótica, fue detectada en 2008 en plantaciones experimentales de Eucalyptus camaldulensis y algunos clones híbridos. En Argentina,  El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) detectó la presencia de la plaga Leptocybe Invasa en la provincia de Buenos Aires, en el año 2010. Esta especie es considerada como plaga primaria de los eucaliptos debido a sus daños y a su rápida capacidad de dispersión e infestación. Las pérdidas en material genético susceptible son serias, llevando a algunos árboles a la muerte (Costa et al., 2008, Wilcken y Berti Filho, 2010).



Morfología y taxonomía

Leptocybe invasa Fisher & La Salle, 2004 (Hymenoptera: Eulophidae) fue descrita en Israel en 2004, a pesar de ser una especie originaria de Australia (Mendel et al., 2004). El largo de la hembra adulta varía de 1,1 a 1,4 mm. La cabeza y el cuerpo son marrones y ligeramente azul a verde metálico. Los machos, cuando presentes, miden en promedio 1,28 mm de largo (Mendel et al., 2004).

Distribución geográfica y dispersión

Leptocybe invasa es originaria de Australia y fue detectada en Medio Oriente en el 2000 (Mendel et al. 2004). La avispa de la agalla se dispersó por Sudáfrica, Argelia, Argentina, Camboya, España, Etiopía, Francia, Grecia, India, Irán, Irak, Israel, Italia, Jordania, Líbano, Marruecos, Mozambique, Nueva Zelanda, Portugal, Kenia, Siria, Tailandia, Tanzania, Tunisia, Turquía, Uganda, Uruguay y Vietnam (Mendel et al., 2004; OEPP, 2006; FAO, 2007; Dhahri et al., 2010; Botto et al., 2010).

En Sudamérica, la primera detección ocurrió en Brasil en 2008 (Costa et al., 2008; Wilcken y Berti Filho, 2010), siendo posteriormente encontrada en Argentina en 2010 (Botto et al., 2010) y en Uruguay en 2011 (Jorge et al., 2014). En Brasil la primera detección fue en el Noreste del Estado de Bahía, desplazándose por los Estados de Tocantins, Maranhão, Minas Gerais, San Pablo, Pernambuco, Paraná, Mato Grosso del Sur, Espíritu Santo, Goiás, Río Grande del Sur y Sergipe (Wilcken et al., 2015).

Especies afectadas

Las principales especies de eucalipto susceptibles a la avispa de la agalla son: E. camaldulensis, E. tereticornis, E. globulus, E. grandis, E. saligna, E. viminalis, E. urophylla y algunos clones híbridos (HGC (E. grandis x E. camaldulensis), HUG (E. urophylla x E. grandis)) (Mendel et al. 2004; Goud et al. 2010), además de E. benthamii y Corymbia citriodora (Wilcken et al., 2015).

Bioecología del insecto

El período promedio de desarrollo, desde la oviposición hasta la emergencia de los adultos, es variable, considerando el país o región con la planta huésped. En plantas mantenidas en condiciones 1FCA/Ude invernadero en Israel, ese período fue 132,6 días en plantas de E. camaldulensis, en Tailandia el período es de apenas 46 días en esa misma especie de eucalipto y en India de 59,6 días en plantas de E. tereticornis (Mendel et al., 2004; Sangtongpraow et al. 2011; Kavitha-Kumari et al. 2010). 

Leptocybe invasa tiene reproducción por partenogénesis telítoca. La hembra pone cerca de 80 a 100 huevos en la epidermis de las estructuras vegetales (Mutitu et al., 2005). Hay de dos a tres generaciones por año, dependiendo de la variación de temperatura durante el año. Hay machos, pero son muy raros e infértiles (Doganlar, 2005; Sangtongpraow et al., 2011). Las hembras prefieren poner sus huevos en las yemas apicales de plantines, plantas nuevas (Mendel et al., 2004) y brotes de los tocones, en las nervaduras centrales de las hojas, pecíolos y ramas jóvenes. Sin embargo, L. invasa pude atacar también árboles adultos.

Daños que ocasiona

Leptocybe invasa Fisher & La Salle
Las agallas son formadas por hiperplasia celular causada por alguna sustancia que la hembra inyecta y puede causar bloqueo de la savia, llevando a la superbrotación y secamiento de la punta. Los daños más comunes son deformación de la planta, defoliación, pérdida de crecimiento y vigor y superbrotación de las puntas (Costa et al., 2008; Wilcken y Berti Filho, 2010). En materiales genéticos muy susceptibles puede ocurrir la muerte del árbol (Wilcken et al., 2015). Las infestaciones empiezan en la primavera, con la emisión de brotes nuevos por los árboles de eucalipto y pueden continuar durante todo verano e inicio de otoño. En la región tropical de Brasil, ese ciclo está relacionado con las lluvias, o sea, las infestaciones están relacionadas con el inicio del periodo. En los viveros, un ataque de esta avispa, puede llegar a ocasionar la muerte de gran parte de la producción si no se la detecta prematuramente; cuando esto sucede en plantaciones jóvenes también puede llegar a ocasionar la muerte de las plantas.

Técnicas de muestreo

Hay dos técnicas de muestreo y de monitoreo para la avispa de la agalla. Una técnica es el conteo de agallas por ramo, considerando agallas presentes en las hojas, pecíolos y ramas, y la otra es la instalación de trampas amarillas pegajosas. En India fueran testeadas trampas amarillas pegajosas, con medidas de 25 cm x 19 cm, instaladas en viveros (invernadero) y en campo para monitoreo de L.
invasa, durante un año, siendo consideradas como efectivas en captura de la avispa de la agalla y de su parasitoide Megastigmus spp (Vastrad et al., 2010). En regiones tropicales y subtropicales es posible encontrar adultos de L. invasa todo el año, con infestaciones más grandes en verano (Nyeko et al., 2010; Vastrad et al., 2010) y probablemente con generaciones sobrepuestas.

Medidas de control

Las medidas de control incluyen control cultural, químico, biológico y resistencia de plantas. Las medidas de control cultural son más aplicadas en los viveros. En minijardín clonal, las puntas de las minicepas deben ser cortadas y quemadas. En la producción de plantines, ante síntomas de presencia de agallas los plantines deben ser descartados y quemados (Wilcken et al., 2015). A campo, plantaciones nuevas de hasta un año de edad con fuerte infestación deben ser destruidas y quemadas.

En cuanto al control químico, en Brasil hay registro de tres insecticidas para control de la avispa de la agalla en viveros. Los insecticidas neonicotinoides, como imidacloprid y thiamethoxam, que son sistémicos, y fipronil, están autorizados para control preventivo y curativo. Para control a campo no hay productos registrados.

Sin embargo, el mejor método de control es el control biológico. Los casos exitosos se basan en la introducción de enemigos naturales específicos de L. invasa. En Israel fueron introducidos los parasitoides Selitrichodes kryceri y Quadrastichus mendeli (Hymenoptera: Eulophidae), que parasitan larvas de L. invasa en el interior de las agallas. Las tasas de parasitismo varían de 46,4 a 59,0 % para S. kryceri y de 61,8 a 84,2 % para Q. mendeli, con duración de desarrollo de aproximadamente 30 días (Kim et al., 2008). En Sudáfrica importaron S. neseri de Australia, que tiene tasa de parasitismo de hasta 70 % (Dittrich-Schröder et al., 2014).

El grupo de parasitoides del género Megastigmus [Hymenoptera: Torymidae] también es importante. Megastigmus spp fue encontrado en Israel y Turquía y parasita larvas grandes y pupas de L. invasa, pero con parasitismo bajo, variando de 7,7 a 34,4 % (Protasov et al., 2008). 

En Brasil fue identificado M. brasiliensis, una especie nativa que parasita larvas de L. invasa, pero también con baja tasa de parasitismo (Doganlar et al., 2013).

Las especies consideradas resistentes a L. invasa son: E. cloeziana, E. cladocalyx, E. gomphocephala, E. leucoxylon, E. nitens y E. sideroxylon (Nadel y Slippers, 2011). En Brasil, muchos clones “urograndis” (E. grandis x E. urophylla) son resistentes a formación de agallas, pero pueden sufrir atrofia de crecimiento por la sustancia tóxica inyectada por las hembras de L. invasa.

La avispa de la agalla L. invasa es actualmente una seria plaga para los viveros y plantaciones de eucalipto en Brasil, pero la expectativa es que el uso de control biológico con el parasitoide S. neseri pueda regular las poblaciones de L. invasa en los próximos años. Sin embargo, en las regiones donde este parasitoide no se establezca, existe la posibilidad de importación de otros parasitoides y prospección de más enemigos naturales nativos de Brasil.


Bibliografía

Carlos Frederico WILCKEN, Amanda RODRIGUES DE SOUZA, Marcus Vinicius MASSON, Leonardo RODRIGUES BARBOSA, Luis Renato JUNQUEIRA. [XXIX JORNADAS FORESTALES DE ENTRE RIOS Concordia, septiembre de 2015].


* La autora es Técnico Forestal y columnista exclusiva de Hora 25 Forestal

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